En España degeneró: ya en tiempos de Cervantes se había convertido en ocasión casi blasfema. En 1585 se buscó su prohibición. En Madrid casi desapareció. Felipe V lo prohibió, pero volvió a legalizarlo Carlos III, en cuyo reinado se introdujeron los bailes de máscaras en casi todos los teatros españoles y americanos. Ver también: historia del teatro
MArgarita bonitas fotografías de los carnavales pues ami me encantan los carnavales.Un saludo compañera
ResponderEliminarUna entrada muy alegre, aunque de ver tantas chicas en bikini, me entran escalofríos, pero claro, allá en Brasil es verano.
ResponderEliminarNo vemos el martes, un abrazo
!Adoro los carnavales!
ResponderEliminarEstán llenos de música contagiosa, y de chicas vestidas con colores audaces, vibrantes. Lindas imagenes.
Saludo